Aquel día, cuando papá preguntó: “¿Preparada, hija?”, no llegué a contestarle a tiempo, y salí a toda velocidad.
El empuje de un padre ayuda a una niña a superar el miedo a andar en bicicleta sin rueditas, y da inicio a un paseo singular. Durante un largo trayecto, la hija revela las sensaciones y emociones que vive en compañía de su padre, emociones que nos permiten entender cómo, de un momento a otro, todo puede cambiar.
Un viaje por dos vidas : la de un padre y una hija . En el inicio, la niña es pequeña y el padre, joven, es quien se esfuerza por ayudarla a dar sus primeros pedaleos. El tiempo pasa. La nena crece; el padre, también. Y la vida sigue su curso en un ciclo sin fín.