Marita tiene un papá “intermitente”, que a veces está y a veces no, que aparece y desaparece, “que se prende y se apaga”. Hay días en que la ausencia de su papá aplasta más que un elefante y ocupa todo el cuarto… Por suerte Marita también cuenta con su mamá, con sus amigos y con una técnica especial para superar esos días.
Encontrale la vuelta a lo que te enoja o te pone triste y transformalo en algo que te ayude a crecer.